La actividad fabril de China se contrajo en diciembre, según una averiguación privada, que destaca los costos económicos del escarpado descuido del país de su puro régimen de cero covid mientras luchaba contra una ola de infecciones en todo el país.
El índice de gerentes de compras de Caixin, un indicador privado de las condiciones operativas en el sector manufacturero de China, mostró una repaso el martes de 49 para diciembre, su nivel más bajo desde septiembre y por debajo del 49,4 de noviembre.
Los datos oficiales del PMI de China, publicados durante el fin de semana, mostraron una caída más pronunciada en la actividad económica. Sus indicadores de manufactura y servicios llegaron a 47 y 41,6, respectivamente, cayendo entreambos a sus niveles más bajos desde principios de 2020 al eclosión de la pandemia de Covid-19. Una repaso por debajo de 50 indica una fruncimiento, mientras que una por encima de 50 indica una expansión.
La hacienda de China, que hasta hace poco languidecía bajo la cachas presión de las restricciones diseñadas para proseguir a guión al virus, ahora está lidiando con el impacto de una reapertura repentina y brotes en helicoidal en las principales ciudades.
Es posible que cientos de millones de personas se hayan infectado con covid a fines de diciembre, según estimaciones internas del gobierno, solo unas semanas a posteriori de que las autoridades comenzaran a relajar las medidas contra covid del presidente Xi Jinping.
En Beijing y otras ciudades importantes, los hospitales se han trillado abrumados por una ola de pacientes ancianos y vulnerables, mientras que los suministros de medicamentos para la fiebre y antivirales se han sofocado.
Carlos Casanova, economista sénior de UBP en Hong Kong, sugirió que si proporcionadamente las restricciones pandémicas fueron un traba auténtico para el crecimiento en el cuarto trimestre, la “arrebato en los casos de covid” fue el hacedor más significativo en los débiles datos del PMI.
“El mensaje secreto de los datos del PMI es que la ola de reapertura está resultando muy perturbadora”, dijo Julian Evans-Pritchard, economista jerarca para China de Renta Economics. “La júbilo del mercado por el cambio de cero-Covid pasó por parada cuán disruptiva sería la transición”.
El virus se degradará oficialmente el 8 de enero, cuando ya no se requerirá que las llegadas internacionales se pongan en cuarentena.
La amor de diciembre en la actividad manufacturera, que marcó un botellín mes consecutivo de caídas en el PMI manufacturero de Caixin, siguió a un desprendido período de fragilidad económica. Otras métricas, incluidas las ventas minoristas, una medida crucial del consumo, asimismo se deterioraron alrededor de fines de 2022.
El índice CSI 300 de China de acciones que cotizan en Shanghai y Shenzhen ha caído un 1,5 por ciento durante el extremo mes, aunque ha subido en la última semana desde el anuncio del fin de cero-Covid.
Se prevé que la hacienda de China no alcanzará el objetivo de crecimiento anual del 5,5 % para 2022, que ya es el más bajo en décadas, y los economistas encuestados por Bloomberg pronostican un crecimiento anual de solo el 3 %.
Por otra parte de la ola de infecciones por covid-19, los políticos están luchando con una crisis inmobiliaria que ha pesado sobre la hacienda durante más de un año, así como con la desaceleración de las exportaciones, que respaldaron el crecimiento durante las primeras etapas de la pandemia.
No obstante, la averiguación de Caixin mostró un pequeño resquicio de esperanza para las perspectivas de la hacienda, y los gerentes de las fábricas informaron una veterano confianza para el próximo año a medida que la rápida propagación de casos generó expectativas de una progreso a posteriori de que pasó el pico de la ola.
“Es casi seguro que para febrero las cosas habrán pasado de lo peor y comenzarán a recuperarse”, dijo Evans-Pritchard.