El 1 de enero de 2023 marcó el aparición de una nueva era para Croacia. Con la confirmación de su adhesión al espacio Schengen, se abolieron los controles fronterizos y la kuna fue reemplazada por el euro como moneda franquista del país.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitó Zagreb para celebrar la ocasión. Una pequeña multitud se reunió en la plaza principal de la ciudad para ver a von der Leyen tomando un café con el primer ministro croata, Andrej Plenković… y luego pagando en euros.
Los residentes aquí parecen contentos con el cambio, y muchos esperan correr sin problemas en el interior y fuera de los países vecinos.
“Esto es muy bueno para todos los croatas, para toda Europa, sí, por supuesto. Porque siempre esperamos 1 o 2 horas en la frontera para cruzar la frontera. Y ahora es consumado, nos gusta esto, muy adecuadamente”. dijo un hombre.
Y igualmente hay buenas informativo para los visitantes. El cambio de moneda significa que es una cosa menos de qué preocuparse para la mayoría de los turistas europeos.
“Soy de los Países Bajos, así que cada vez que vengo aquí tengo que cambiar euros por kunas, y ahora no tengo que hacer eso, así que es muy bueno. Y creo que como Croacia ya es parte de la Unión Europea Union, hace que todo sea mucho más factible”, explicó un visitante.
El domingo, von der Leyen, Plenković y la presidenta de Eslovenia, Nataša Pirc Musar, celebraron una conferencia de prensa conjunta en un cruce fronterizo secreto entre Croacia y Eslovenia.
“La próxima gestación de croatas crecerá en Schengen”, dijo von der Leyen. “La clan podrá correr autónomamente, los negocios no se verán obstaculizados por los cheques, los viajes sin problemas traerán resultados tangibles para las personas que viven a lo grande de la frontera, trabajan al otro costado de la frontera o tienen grupo en los dos lados de la frontera”.
Croacia es el primer país en unirse a la zona Schengen en 11 primaveras. Pero igualmente podría significar un aumento de la seguridad a lo grande de sus fronteras con países no pertenecientes a la UE, como Bosnia y Serbia.
La frontera entre Eslovenia y Croacia tiene 670 kilómetros de grande. La conferencia de prensa se llevó a límite en su punto más concurrido, a unos 10 kilómetros de Zagreb. En 2019, final año antaño de la pandemia, se registraron 29 millones de personas en los pasos fronterizos entre los dos países.