HONEYCOMB, o caramelo de ceniza, es viable de hacer, pero es un gran ejemplo de la compleja ciencia involucrada en la transformación del azúcar en confitería.
El proceso comienza calentando azúcar y agua. Mientras que el agua pura hierve a 100°C (212°F), el punto de bullicio de una alternativa de azúcar es anciano. A medida que la alternativa hierve, el agua se evapora, pero el azúcar permanece, aumentando la concentración y elevando aún más el punto de bullicio. A 170 °C (338 °F), el azúcar comienza a caramelizarse: las moléculas se rompen y se recombinan, volviéndose pardo y produciendo deliciosas moléculas de sabor.
Midiendo la temperatura de un azúcar hirviendo…