PARA IMAGINAR su camino en torno a debajo en la escalera de temperatura en torno a los reinos del frío extremo, puede comenzar con el interior de un congelador industrial. Aproximadamente a -18 °C (0 °F), es incómodo, pero soportable con poco de ropa abrigada. Ahora, piensa en los -60 °C (-76 °F) que experimentan los exploradores durante el invierno meridional, una temperatura tan severa que puede arruinar la carne humana. Y luego, para lo postrer en frío, piense en el espacio mismo a -270°C.
Excepto que podría sorprenderte aprender que los lugares más fríos del universo no están en el espacio, sino en los departamentos de física de muchas universidades. Aquí, durante las últimas décadas, los investigadores han estado ideando formas de acercarse cada vez más a la temperatura más fría posible, el cero total. En el proceso, hemos ingresado a un nuevo reino donde los estados extraños de la materia pueden fluir cuesta hacia lo alto, las reacciones químicas pueden detenerse y los materiales de diseño pueden ensamblarse.
Ahora, sin incautación, la conquista del frío está entrando en una nueva grado a medida que construimos la última tecnología de refrigeramiento: el refrigerador cuántico. Enciende una de estas máquinas de refrigeramiento definitivas y las cosas se vuelven aún más extrañas, con el calor fluyendo en torno a antes y la temperatura misma deja de tener ningún significado.
La cuestión de qué significa que poco se enfríe tiene miles de abriles. En el año 450 a.C., el filósofo ininteligible Parménides pensó frígido primum, una sustancia hipotética que era lo más fría posible y podía imbuir a otros objetos con frialdad. En 1664, luego de…