Los problemas financieros internacionales modernos se han estudiado intensamente desde la crisis financiera asiática de la período de 1990, y ahora existe un sorprendente fracción de consenso entre los economistas y los encargados de formular políticas. Si perfectamente es posible que el G20 no pueda obtener mucho en un mundo dividido, existe una memorándum perfectamente definida y viable que debe seguir.
BERKELEY/NUEVA DELHI – El 1 de diciembre, India asumió la presidencia del G20. No es precisamente un momento propicio para aceptar el papel. Se avecina una desaceleración económica mundial. La eliminación en Ucrania continúa trastornando los mercados de energía, alimentos y materias primas. La crisis climática se avecina. Las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China amenazan con desgarrar el comercio y la inversión mundiales.
Ni siquiera la presidencia del G20 mejor preparada pudo enfrentarse la totalidad de estos problemas. La incertidumbre y la división internacional están destinadas a obstaculizar los esfuerzos en muchas áreas.
Pero los problemas financieros internacionales modernos son una excepción. Se han estudiado intensamente desde la crisis financiera asiática de la período de 1990, y ahora existe un sorprendente fracción de consenso entre economistas y formuladores de políticas. No, no estamos bromeando. En existencia, hay una memorándum perfectamente definida para la presidencia india.