Nunca he sido fanático de la ciencia ficción. Sospecho mucho de cualquier afirmación demasiado buena para ser verdad sobre descubrimientos que “hacen época”. Pero igualmente he escrito extensamente sobre los impactos transformadores de los inventos, desde amoníaco sintético para la producción de fertilizantes y dispositivos semiconductores en electrónica hasta la vacuna 5 en 1, que inmuniza contra una variedad de enfermedades. Es más, me parece obvio que necesitamos nuevos avances fundamentales como estos para hacer frente a la multitud de desafíos económicos, sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos actualmente. Abordo los posibles avances en mi nuevo volumen, Invención e innovación: una breve historia de exageraciones y fracasos.
Identificar las principales prioridades para posibles avances no es obediente, sobre todo porque hay mucho ganancia de restablecimiento. Considere la energía. Bill Gates ha señalado que: “La medio de la tecnología necesaria para aparecer a cero emisiones no existe todavía o es demasiado costosa para que gran parte del mundo pueda costearla”. Se podría asegurar lo mismo de todas las categorías científicas y técnicas. Adicionalmente, cualquier relación de las invenciones más deseables está destinada a ser subjetiva. Si ve el mío como sobrado conservador, me declaro culpable: no hay viajes más rápidos que la luz, no hay terraformación de otros planetas.
En cambio, mis 12 innovaciones principales, que expongo aquí, cubren una variedad de problemas que debemos enfrentarse con emergencia. Se enfocan en áreas que tendrán el viejo impacto en el bienestar humano y el medio medio ambiente y donde ya hay conocimiento sobre el cual construir. Mi relación de deseos incluso incluye tres cambios en los que todos podemos ponernos manos a la obra ahora mismo (ver “Más espacioso y mejor”).
Un precursor de la vacuna universal
humanidad…